Sao Paulo y Río de Janeiro se han sumado a otras ciudades y han anunciado la retirada de las subidas del precio del billete del transporte público, motivo que encendió las protestas que sacuden estos días a Brasil. Mientras tanto, el gasto público previsto para el Mundial de Fútbol de 2014 ha pasado en tres meses de 12.300 millones de dólares a 13.000 millones.
La chispa sugió en Sao Paulo, que a principios de mes subió el billete desde los 3 reales a los 3,20 (un incremento de 0,7 euros al cambio), al igual que en Río de Janeiro. En los últimos días, otras ciudades más pequeñas ya habían la retirada de las subidas de precio.
Las protestas se centran ahora contra las grandes inversiones que requieren los eventos deportivos que se van a celebrar en Brasil. Este miércoles, la Policía ha reprimido a miles de manifestantes concentrados ante el estadio de Fortaleza, unas horas antes del partido entre Brasil y México en la Copa Federaciones.
Este jueves, las autoridades esperan una nueva manifestación multitudinaria en Río de Janeiro con motivo del encuentro que jugarán las selecciones de España y Haití en el estado Maracaná.
El Gobierno brasileño ha vuelto a revisar el coste de las obras necesarias para el Mundial de Fútbol de 2014 y los ha situado ahora en 28.000 millones de reales (unos 13.000 millones de dólares). Hace apenas tres meses, el presupuesto era de 26.500 millones de reales (unos 12.300 millones de dólares).
Estos dos vídeo retratan la enorme complejidad de la sociedad brasileña, envuelta en profundas contradicciones. Son imágenes de las protestas que recorren un país al que sus dirigentes quieren conducir hacia un liberalismo suicida.
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