Con paso decidido, Julia Iriarte recogió ayer su premio nacional fin de carrera, dejó a Wert con la mano suspendida y el rostro crispado, y se volvió a saludar al personal con una sonrisa en la boca. Ni Televisión Española ni Radio Nacional han hablado de ello, pero su saludo ha llegado a cientosde miles de personas a través de las redes sociales y otros medios. Solo en este blog, 40.055 visitantes entraron ayer para disfrutar de un gesto cargado de dignidad ante tanta indecencia que emerge del poder.
Ayer, las visitas a este blog casi se multiplicaron por diez |
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