Cinco jóvenes, multados con 500 euros por beber agua embotellada en la playa

Uno de los multados lee el boletín de la sanción

Beber agua embotellada de madrugada junto a la playa de Mojácar, Almería, les ha salido a cien euros por cabeza a cinco jóvenes, tras la denuncia que les impuso una patrulla de la Policía Local. La sanción se basa en un artículo de la ordenanza que castiga "la permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebida o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia ciudadana fuera de las zonas del término municipal que el Ayuntamiento haya establecido como permitidas".

Los jóvenes, tres chicos y dos chicas, decidieron la madrugada del pasado domingo salir a tomar una copa a un bar. Como había mucha gente haciendo cola, dejaron el coche en el aparcamiento y sacaron del maletero una botella grande de agua mineral para aguantar el calor, cuando se presentaron dos agentes y les multaron por hacer botellón.

"Yo les dije que solo bebíamos de una botella de agua grande y que podían comprobarlo bebiendo, pero nos contestaron que no estaban para perder el tiempo. Pudieron ver que en el maletero solo había botellines, pues yo me dedico al reparto, pero nos dijeron que nos podían multar hasta por la marca de rímel que llevaban las chicas. Fue totalmente surrealista. Incluso se pusieron a pedir refuerzos. Les reclamamos que nos hicieran una prueba de alcoholemia, pero se negaron de mala manera a hacerla. Los policías también nos dijeron que lo nuestro era una concentración de personas y que la multa también era por poner en peligro la pacífica convivencia del municipio", relata uno de los multados, que se negaron a firmar los boletines de denuncia.

Los sancionados tomaron el coche y se dirigieron a un control de alcoholemia de la Guardia Civil situado cerca, y el joven que conducía pidió a los agentes que le hicieran una prueba de alcoholemia. "Les dije que hicieran el favor de hacerme la prueba. Por supuesto, tras soplar me salió 0,0, pues no había bebido nada de alcohol. Me dijeron que no podían darme ningún justificante, ya que no había dado positivo, pero que el control aparecería posteriormente en un informe de la Guardia Civil de Tráfico. Por lo menos podré demostrar que no bebí alcohol", afirma.

Después decidieron acudir al cuartelillo de la Policía Local para presentar una queja por lo que les había sucedido, pero aseguran que estaba cerrado y que nadie respondió a sus llamadas. El lunes llamaron por teléfono al Ayuntamiento de Mojácar y, tras contar lo sucedido, "nos dijeron que esas eran las normas que marcaba la ordenanza del municipio y que presentáramos el escrito de alegaciones. Pero nos advirtieron de que la palabra de los agentes vale más que la nuestra. Vamos a poner un recurso y el caso está en manos de un abogado, que nos dice que las multas no tienen ningún fundamento", afirman.

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