Dos ráfagas son suficientes para retratar las ideas que anidan en el pensamiento del rey Juan Carlos y que no ha ocultado durante su reinado. La primera coz la soltó en una entrevista dada a la televisión francesa en los jardines de la Zarzuela a principios de los años 70. La segunda fue durante su primer mensaje navideño como rey, en 1975. Dos repugnantes insultos a las víctimas del franquismo de los que nunca se ha retractado ni mucho menos disculpado. Y de los que nadie le ha pedido cuentas.
Un testamento "que refleja las enormes cualidades humanas y los sentimientos llenos de patriotismo sobre los que quiso asentar toda su actuación al frente de nuestra nación" (minuto 1:18 al 1:50).
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