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Encuentro del pasado sábado en Madrid |
El momento histórico de desgaste del régimen del 78 y las particularidades de la capital hacen pensar que sí, que se puede ganar Madrid para la izquierda. Al fulminante crecimiento de Podemos y el afianzamiento y renovación de Izquierda Unida, se le suman unos movimientos sociales bien organizados en el territorio, asentados en una extensa red que va de las asambleas populares que surgieron a raíz del 15-M, a unos centros sociales que ya actúan como espacio de confluencia social y política tejiendo resistencias en los barrios.
La misma noche del 25M muchos comenzaron a pensar en construir una nueva mayoría para Madrid que no pasaría necesariamente por una coalición de partidos, sino por el protagonismo ciudadano. Con este fin echó a andar el pasado sábado Municipalia, un espacio abierto a la ciudadanía, tanto organizada como no organizada, y con ganas de pensar cómo contribuir a la democratización de nuestras instituciones más próximas.
Allí se vieron las caras miembros de IU, Podemos y Equo, además de activistas de varios movimientos sociales, como la Federación de Asociaciones de Vecinos, Movimiento por la Democracia, la Oficina Precaria, Juventud Sin Futuro, Alternativas desde Abajo, el Patio Maravillas o la Tabacalera.
En su primer encuentro se pusieron sobre la mesa apuestas decididas: conformar listas ciudadanas siguiendo métodos democráticos, como las primarias con listas abiertas, un programa colaborativo y una voluntad mayoritaria y clara de ganar las elecciones municipales. En esa cita pusieron ya en marcha distintos grupos de trabajo, que volverán a darse cita este sábado, en reuniones abiertas a toda la ciudadanía.
"Independientemente de quién ocupe los sillones ha de haber una sociedad civil fuerte y organizada en los movimientos sociales que mantenga sus reivindicaciones y exigencias frente a la acción del Gobierno", dicen desde la Federación de Asociaciones Vecinales.
En el Movimiento por la Democracia entienden que "la fortaleza de Municipalia es la posibilidad de plantear una candidatura ciudadana abierta, más allá de los partidos al uso. Y esto, con la situación actual, es factible porque la gente ya no tiene una adhesión a un partido u otro como tal, sino que va a votar aquella opción que cambie el marco municipal. La candidatura de Municipalia será efectiva si no lleva las siglas de los partidos detrás".
Así lo han planteado desde el principio, y tanto Podemos, IU y Equo parece que lo han entendido. "La fuerza está en que participe la gente, la que no está organizada ni en partidos ni en organizaciones. Tenemos por delante un reto que nadie ha podido afrontar en este país, que es el reto de innovar en las formas de participación y gestión. Cometeremos infinitos errores, pero necesitamos nuevas formas de hacer política que se conviertan en nuevas formas de gobernar", dice Rita Maestre, de Podemos.
Pero es evidente que para ganar Madrid no es suficiente aunar el descontento, sino que es necesario interpelar al electorado socialista, que es donde está la llave de la victoria. "El PSOE ha abandonado al militante y al votante socialista, es un partido que no responde a sus demandas, sino que funciona de forma opaca. No le faltan caras, le falta un proyecto de país. Es un partido dominado por una casta que pasa de los ministerios a los consejos de administración de las empresas, un partido que no representa a los socialistas ni a la ciudadanía", opina.
El concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Jorge García Castaño, ve en Municipalia un espacio "imprescindible" porque "el momento político pide este tipo de iniciativas" y cree que se debe poner todo el esfuerzo en no repetir experiencias pasadas que se acabaron frustrando. en el último momento, como fue el caso de Suma. ¿Cómo se consigue eso? "Participando sin complejos ni miedos a los procesos y asumiendo el escenario en el que pueda derivar".
"Las formaciones tienen que estar, sentirse a gusto, dinamizar y ser parte activa. No tienen que ser todo el proceso pero sí una parte importante al lado de los movimientos sociales y de los ciudadanos. Lo de menos son las siglas. Estamos hablando de construir consensos básicos que van más allá. Lo importante es ver la forma en la que se elabora un programa. Los nombres y las siglas entrarán en un segundo plano", dice.
Pero irremediablemente, en algún momento se hablará de candidatos. Según García Castaño, "IU ni tiene candidato ni hemos empezado ese proceso. Para nosotros el de los nombres no va a ser un problema. Hay mucha gente de movimientos y partidos. No nos tenemos que obsesionar con este tema y, además, lo ideal sería que hubiera varios nombres".
Inés Sabanés, de Equo, afirma que "la principal fortaleza de este espacio es la posibilidad de buscar puntos comunes con gente muy diversa. La gente está reclamando democracia directa. Lo importante son las necesidades comunes de la gente, no hay que perderse en repetir formulaciones y esquemas y cuando haya dudas, preguntarnos siempre directamente".
Sabanés es muy clara al respecto del papel de las organizaciones políticas y las siglas: "Si las siglas se imponen es que no hemos entendido nada. Nada sobre todas las causas que hemos ganado en Madrid en la calle. Hay muchas referencias que parten del 15-M, iniciativas, plataformas como la PAH que han sido muy exitosas, por eso creo que de las siglas de los partidos se debe dar paso a una nueva dinámica".
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