10/9/15
El último (y definitivo) tercio de las corridas de toros en España
La llegada a los Ayuntamientos de nuevas formaciones ha puesto en cuestión el futuro respaldo político e institucional a los festejos taurinos, precisamente cuando la autodenominada Fiesta Nacional atraviesa su peor momento, y el desplome de las corridas de toros parece imparable: han pasado de las 953 de 2007 a las 398 de 2014, un 59% menos, según datos del Ministerio de Cultura.
Un dato contundente, que el sector minimiza, a la vez que vaticina un despegue en los próximos años: "Al igual que el resto de actividades culturales, nos hemos visto afectados por la crisis del país", explica Carlos Núñez, presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL). Pero los animalistas ondean esa cifra como la evidencia de que España afronta un cambio de tercio definitivo: "Estamos ante el principio del fin de las corridas", sentencia José Enrique Zaldívar, presidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (Avatma). "Esa caída revela que no existe un interés general de la ciudadanía por esta actividad", añade Silvia Barquero, presidenta del Partido Animalista (Pacma).
Para respaldar la tesis, los antitaurinos echan mano de una batería de informes. Recuerdan que entre 2003 y 2005, en pleno apogeo económico, ya empezó a reducirse el número de grandes festejos, pasando de 850 a 781. Insisten en que la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales de 2011 reveló que solo el 8,5% de los españoles había acudido a los toros ese año, frente al 9,8 de 2007.
Además, añaden que que la vuelta de las corridas a TVE ha resultado un "fracaso": el número de espectadores que vieron la corrida de San Sebastián el 13 de agosto cayó por primera vez por debajo del millón y el share se situó en el 10%, lejos del 14,6% que sumó la última corrida emitida antes de que TVE decidiera sacarla en 2006 de la programación.
La última Estadística de Asuntos Taurinos publicada por el Ministerio de Cultura apunta a una recuperación engañosa: "El pasado año se produjo un ligero aumento del total de festejos profesionales, que no solo incluye a las corridas, sino también a otras celebraciones como becerradas, novilladas y el toreo cómico. Pero este crecimiento fue de apenas el 0,5%: se pasó de 1.858 celebraciones en 2013 a 1.868 al año siguiente, diez más. Y ese alza se debió al aumento los festejos menores, porque las corridas continuaron a la baja: disminuyeron un 7% al caer, en un solo ejercicio, de las 428 a las 398.
Aún así, los taurinos insisten en que llega el cambio de tendencia. La Unión de Criadores de Toros de Lidia afirma que se vendieron 1,6 millones de entradas en el primer semestre de 2015, lo que supone un 6,5% más que en el mismo periodo del año anterior, un dato que muchos ponen en duda.
Son cifras que se manejan sin que sus defensores aporten pruebas, como ocurre con las 'irreales' proyecciones económicas del sector. La Iniciativa Legislativa Popular que se presentó en el Congreso para declarar la tauromaquia Bien de Interés Cultural afirmaba que aportaban a las arcas públicas 350 millones de euros cada año en concepto de IVA y que crean 200.000 puestos de trabajo.
"¿De dónde salen esas cifras? Al calcular la actividad económica que genera indirectamente una feria, introducen la ocupación hotelera de la ciudad, como si todo el que durmiera en la ciudad fuera a ir a los toros", reprocha Zaldívar.
La prohibición en 2010 de la Fiesta en Cataluña cambió el chip de los taurinos. El sector se reprocha que perdió el debate público contra los animalistas. Y se ha propuesto ganar voz e influencia. Se ha hecho lobby. "El mundo del toro siempre ha vivido muy ensimismado. No podemos quedarnos expectantes. Tenemos que movilizarnos", insiste Íñigo Fraile, secretario de la Unión de Toreros.
Una dirección que ya marcó el Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia, aprobado por mandato del Gobierno del PP: "Existe un problema de comunicación frente a la presión política y social de los sectores contrarios, enfatizada por la existencia de una cierta sensibilidad social de protección de los animales".
El repaso a los últimos cuatro años de legislatura revela una batería de iniciativas del PP para apoyar la tauromaquia. Los populares la declararon patrimonio inmaterial cultural; crearon un comité de expertos para resolver sus problemas; devolvieron las corridas a TVE; impulsaron el I Congreso Internacional del sector en Albacete; plantearon a la Unesco que la considere Patrimonio de la Humanidad; y el Gobierno de Fabra puso en marcha en la Comunidad Valenciana el Observatorio de las Señas de Identidad, que permite a las peñas taurinas influir en la concesión de subvenciones a colectivos ecologistas y animalistas.
Mientras el PP no tiene ninguna duda en defender el mundo del toro, el PSOE, como en tantas otras materias, se mantiene en una indefinición cargada de contradicciones y con tintes electoralistas. El caso más emblemático es el mantenimiento del Toro de la Vega en Tordesillas por uno de sus alcaldes sin que la dirección del partido le obligue a suspender uno de los festejos emblemáticos de las salvajadas taurinas en España.
Como contrapunto a la bochornosa postura de José Antonio González, el alcalde de Huesca, Luis Felipe, ha tenido la valentía de abrir un debate en la capital altoaragonesa para hablar del futuro de las corridas de toros en la ciudad, eventos que siguen en el centro de las fiestas de San Lorenzo.
Fuente
El fin de la Fiesta Nacional,,!!! Ja...ja solo hay que darse una vuelta por las grandes ferias para ver lo viva que esta, eso por no decir el aumento vertiginoso de los festejos populares, cesar pasate por el coso de la misericordia estos pilares y sales de dudas.
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