Desalojados de Yesa se niegan a volver a sus casas por falta de seguridad tras el permiso de la CHE

Vecinos de una urbanización desalojada en el embalse de Yesa se han negado a regresar a sus casas, tras el permiso dado por la Administración, por entender que la zona sigue siendo insegura después de la aparición de nuevas grietas el viernes pasado en la ladera derecha.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) comunicó este anuncio en una reunión mantenida en su sede de Zaragoza con representantes de la urbanización Lasaitasuna. El permiso afecta a 9 de las 44 familias desalojadas el pasado febrero, sin que ninguna de ellas se haya decidido a volver a sus domicilios, pues "nadie les ha dado garantías de que no tengan que volver a salir", según el colectivo 'Yesa+No'.

En un comunicado, la asociación afirma que las nuevas grietas aparecidas "demuestran que el deslizamiento no se ha detenido. Pese a que los geólogos avisan de que la ladera derecha de la cerrada de Yesa no va a dejar de moverse definitivamente, las autoridades competentes se afanan en difundir que en este momento el deslizamiento ya casi ha desaparecido, intentando transmitir una tranquilidad que no se basa en la realidad".

Idoia, una de las afectadas cuya casa se encuentra en la zona ahora permitida, afirma que "yo necesitaría garantías de seguridad, que nadie nos da. La CHE le pasa la pelota al Ayuntamiento de Yesa. Pero, ¿quién responderá si pasa algo de nuevo?".

Los afectados celebrarán en los próximos días una asamblea para tomar decisiones, tras conocer las opiniones de los técnicos independientes que les asesoran. Según Yesa+No, cada vez la gente se fía menos de la CHE. Cristina Igoa, una representante de la urbanización, afirma que "desde el 8 de febrero todos dormimos peor. Está claro".