"Las empresas están muy crecidas y han convertido una huelga exclusivamente laboral en una huelga política". Son tres semanas de conflicto, con un seguimiento casi total por parte de los trabajadores de la limpieza centros hospitalarios de Argón, y la cerrazón de la patronal es total, ante la pasividad del Gobierno aragonés. El consejero de Sanidad afirma que no debe intervenir, por lo que los sindicatos piden a la presidenta Luisa Fernanda Rudi que medie en el conflicto.
La patronal se niega a renovar el convenio, que recoge aspectos del de los funcionarios y que expira el próximo mes, lo que significaría una disminución de los salarios del 40%, entre otros recortes. Los trabajadores no piden ninguna mejora en sus condiciones de trabajo. Solo quieren que les dejen como están ahora.
Pero las empresas están utilizando métodos fuera de la ley, según denuncian los sindicatos. Este lunes, piquetes de trabajadores impidieron la entrada a un hospital de varias personas que la empresa había contratado para romper la huelga.
La patronal afirma que los huelguistas están llevando a cabo desperfectos en las instalaciones de los centros y amenazas a los que no secundan la huelga, y ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Guardia y la Inspección de Trabajo por estos hechos.
Los sindicatos, por su parte, acusan a las empresas ser las responsables de estos actos vandálicos con el objetivo de criminalizar la huelga para combatir el apoyo social que ha generado entre la población y entre los pacientes de los centros hospitalarios.
Tres trabajadores de los servicios mínimos han sido despedidos. Varios empleados mantienen un encierro en el Hospital Clínico y representantes del comité de huelga, de la mesa sectorial y de Marea Blanca mantienen una huelga de hambre indefinida desde este martes.
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